El salak es una fruta tropical con un aspecto inusual y una pulpa dulce.
La singularidad de la piel: aunque la piel no es comestible y se asemeja a las escamas de una serpiente, protege la pulpa de las influencias externas, lo que ayuda a conservar durante más tiempo el contenido de vitamina C y betacaroteno de la pulpa.
Consumo: El salak debe consumirse fresco y maduro para disfrutar de su sabor agridulce y obtener la máxima cantidad de vitaminas.
Fuente de fibra: La pulpa del salak es una buena fuente de fibra, que favorece la digestión.
